Jorge Cáceres, el alma del softbol de El Nacional

El legado de Jorge Cáceres trasciende los campeonatos, las estadísticas y los triunfos dentro del diamante. Fue un jugador talentoso, sí. Pero, sobre todo, fue un formador incansable, un impulsor del softbol y un pilar fundamental en la historia grande del Club El Nacional.

Llegado desde otro club, Jorge no tardó en convertirse en parte esencial de la institución. Su compromiso fue total: desde elegir y entrenar a las categorías menores hasta hacerse cargo de la Primera División. Fue durante su etapa como referente del equipo mayor que El Nacional vivió su época dorada: ocho años de gloria en los que se consagraron campeones en siete temporadas, marcando un antes y un después en el softbol bahiense.

Pero su rol no se limitaba a lo deportivo. Siempre predispuesto, Jorge trabajó codo a codo con la subcomisión, colaboró con la formación de jóvenes y fue clave en obras fundamentales del club, como la reciente obra de iluminación, donde aportó todo su conocimiento en la parte eléctrica. Todo lo que sabía, lo compartía. Todo lo que conseguía —indumentaria, elementos, experiencias— lo traía para potenciar a los chicos del club.

Su paso por la selección nacional fue motivo de orgullo, pero lo que más lo motivaba era hacer crecer al deporte en su ciudad. “Lo que él quería era que el softbol bahiense crezca”, recuerdan con emoción quienes compartieron años con él. En cada reunión de equipo, su nombre vuelve. En cada charla, aparece su espíritu de luchador, de formador, de amigo.

Jorge fue un referente para todos. Como jugador, como técnico, como dirigente. Como persona. Quienes lo conocieron recuerdan su temperamento caliente dentro de la cancha, pero su nobleza infinita fuera de ella. Fue ejemplo para su familia —tres hijos que también vistieron la camiseta del club— y para generaciones de chicos que lo vieron darlo todo, siempre.

En tiempos donde conseguir entrenadores para categorías formativas es una tarea cada vez más difícil, el recuerdo de Jorge se vuelve aún más valioso. Él estaba siempre. Siempre para ayudar, siempre para sumar. Y eso, como todo lo que dejó, sigue marcando el camino.

Hoy El Nacional sigue creciendo, sobre las bases que él ayudó a construir. Y sabemos que, donde esté, debe estar orgulloso.

Nota completa: https://www.youtube.com/watch?v=AQrjTc3Cj3E

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